Ingredientes para 4 panes:
Harina de centeno 290 gramos
Leche de coco desnatada 100 gramos
Yogur natural 100 gramos
Aceite de oliva 14 gramos
Sal 5 gramos
Levadura seca 2 gramos
Pasas 40 gramos
Podríamos hacer el pan con cualquier otra harina. Si no tenemos leche de coco, podemos ponerle la misma cantidad de agua. El sabor no será el mismo, pero puede valer.
Preparación:
En un cuenco grande, echamos la harina ,la leche de coco, el aceite y el yogur. Mezclamos bien hasta que la harina quede humedecida formando una bola. Tapamos el cuenco con un trapo y dejamos reposar la mezcla durante 30 minutos. Durante este reposo, llamado autolisis, la harina se hidrata y el gluten empieza a desarrollarse, lo que hará que nos cueste menos el posterior amasado. Combinando amasados cotos y reposos la masa estará lista sin apenas esfuerzo.
Pasados los 30 minutos , volcamos la masa sobre la mesa de trabajo ligeramente aceitada, la extendemos un poco, repartimos la sal por la superficie de la misma, nos aceitamos ligeramente las manos, y amasamos durante 1 minuto. Tras el amasado, formamos una bola con la masa, la metemos en el cuenco, la tapamos con un trapo y la dejamos reposar durante 15 minutos.
Pasado este tiempo, repetimos el paso anterior, pero esta vez añadimos la levadura. Volvemos a dejar reposar durante 15 minutos.
Tras esto, volcamos de nuevo nuestra masa sobre la superficie de trabajo ligeramente aceitada, amasamos durante 1 minuto, formamos una bola, metemos en el cuenco, tapamos y dejamos reposar durante 15 minutos.
Por último, volvemos a volcar la masa sobre la mesa de trabajo ligeramente aceitada. La masa resultante debe tener un aspecto elástico y una superficie brillante, de no ser así, repetimos un nuevo ciclo de amasado y reposo. Una vez que la masa esté lista, aceitamos un cuenco grande, formamos una bola con la masa y la metemos en el cuenco, tapamos el cuenco con un trapo humedecido o una bolsa de plástico y la dejamos reposar hasta que casi doble su volumen.
Una vez que la masa ha doblado de volumen, enharinamos ligeramente la mesa de trabajo, volcamos la masa sobre ella y la aplastamos con la mano para quitarle todo el gas que podamos. Una vez desgasificada, dividimos la masa en 4 porciones de 125 gramos aproximadamente. Formamos una bola con cada trozo y las dejamos reposar durante 10 minutos tapadas con un trapo.
Tras esto, he añadido 20 gramos de pasas a una de las bolas (extendiendola y repartiendolas y volviendo a amasar) y 20 gr a otra de las bolas. Tras esto, se aplastan las bolas una a una y con ayuda de un rodillo, extendemos la masa hasta formar panes de unos 18 cm de largo por 10 de ancho y medio cm de espesor.
Para el ultimo paso, hay dos opciones, yo he escogido el horneado. He precalentado el horno a 200 grados y he horneado durante unos 20 minutos en la rejilla (hasta que se han dorado levemente) del mismo cubierta con papel de horneado. Tras esto, envolvemos los panes en paños limpios y los dejamos enfriar.
La otra opción posible es la de hacer los panes en la sartén, engrasándola previamente con margarina. Iremos dándole vueltas hasta que queden dorados por ambas partes.
Si hacéis los panes en el horno os recomiendo que pinchéis con un tenedor las masas antes de hornear, ya que yo no lo he hecho y han salido algunas pompas.
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